Especialistas coinciden en que la presidenta enfrenta un escenario complejo debido al reavivamiento de las protestas en su contra. Para algunos expertos las movilizaciones del 19 de julio configuran el inicio de protestas más organizadas, mientras que otro dicen que se irán desvaneciendo con el tiempo.
Por: Astrid Edith Tarazona Zea.
El 19 de julio diversos gremios a nivel nacional salieron a las calles para protestar contra el gobierno de Dina Boluarte. Tres especialistas están de acuerdo en que hay baja probabilidad de que el mandato de la presidenta termine este 28 de julio. Dos de ellos indican que este puede ser el inicio de una presión social más organizada para la renuncia de la mandataria. El experto en política, Carlos Timaná, explicó que el escenario que enfrentará la gobernante, para dar su discurso de fiestas patrias, es más complejo que el de sus antecesores Pedro Castillo y Martin Vizacarra.



¿Qué podemos esperar del mensaje de Dina Boluarte?
Para Jorge Sumari se plantean dos panoramas: (1) en que la presidenta responda sobre las muertes y atienda las demandas de la población y (2) que la mandataria tome un papel de víctima alegando tener oposición en todos lados. Para Sumari esta puede ser una oportunidad de reivindicación de la presidenta.
«Ella (Dina Boluarte) debería aprovechar para mandar un mensaje de reconciliación», dijo el experto en política Carlos Timaná. Esto en referencia al discurso que dará la mandataria este 28 de julio, de acuerdo al especialista se enfrenta a un escenario difícil. Y dependiendo de quién ocupe la mesa directiva del Congreso su situación puede ponerse más compleja.
El analista político Jose Lombardi y el abogado Jorge Sumari, concuerdan en que si la respuesta del gobierno sigue siendo de confrontación darán cabida a más convocatorias de la población. «Un congreso que está devaluado y un ejecutivo que queda como caja de resonancia del congreso. La soberbia de por medio ‘están invitando’ que se den otras convocatorias» señaló Sumari. Por su parte José Lombardi señaló que » La forma como se dieron las protestas pueden configurar el principio de un movimiento que la lleven al final».

Impacto de las marchas del 19 de Julio
Los efectos de la llamada ‘toma de Lima’ no serán inmediatos. Los tres especialistas no ven a Dina Boluarte terminando su mandato en el corto plazo. Para Lombardi la diferencia más resaltante entre estas movilizaciones con las de inicio de año es la mayor organización que estas últimas tuvieron. «Ahora si nos queda claro que hay algunas organizaciones representativas que están asumiendo las luchas», explicó Lombardi. Además se refirió a estas movilizaciones con la posibilidad de que estas sean el inicio del fin para el gobierno de Dina Boluarte. «Por un lado la cosa se va organizando y por el otro se va desgastando», sostuvo el especialista.
Para Jorge Sumari el objetivo de las movilizaciones era centrarse en Lima. Por lo que el impacto de las protestas en las regiones es poco relevante. «De pronto decir que hay un fracaso porque nadie paró es tener una perspectiva limitada» sentenció el abogado. Explicó además que las marchas realizadas en las regiones eran una forma simbólica de apoyo a las personas que viajaron a Lima.
El que difiere con estas observaciones es Carlos Timaná que en su análisis considera que estas marchas no tuvieron el impacto que buscaban por la baja convocatoria. Además considera que la falta de liderazgos hace que no se puedan canalizar las demandas. También el desgaste de la población vulnerable en temas sobre todo económicos, se traduce en el poco apoyo en las movilizaciones.


Aún no se solucionaron los problemas políticos
El aparente ‘silencio’ luego de las protestas de inicio de año no significan que las demandas de las personas se solucionaron. Sobre todo, el golpe a la economía familiar y el miedo de exponerse al protestar disminuye la participación de las personas que reflejan su desaprobación en las encuestas de opinión. Tanto Dina Boluarte como el Congreso tienen una desaprobación del 80 % y 91% respectivamente. «Es evidente que las personas piensan que salir a protestar es exponerse, esto no puede interpretarse como si Dina Boluarte hubiese ganado. El que ella piense que se quedará tranquila hasta el final del mandato es engañarse asi misma» expresó Sumari.
Sin embargo, José Lombardi opina sobre una de las causas de este problema. La escasa representatividad política reduce la posibilidad de soluciones. Esto se genera por la debilitación de las fuerzas políticas (partidos políticos) que deberían canalizar el pedido de la gente.

Otra vez el mal menor
Carlos Timaná considera que no será fácil salir de la crisis política. Para él las movilizaciones esporádicas no le afectarán al gobierno. Luego del análisis de los antecedentes como el cierre del Congreso por Martin Vizacarra, luego su vacancia y también el intento de golpe de Pedro Castillo, sostiene que las soluciones no están en los cambios de presidentes.
Sobre todo por los daños a la economía familiar y a la truncada recuperación de algunos sectores como el turismo, agricultura y transporte, se debe evitar la convulsión social. Y esperar hasta el término del mandato para encontrar la paz. Una salida a corto plazo sería un poco más de lo mismo por la falta de falta de líderes confiables. «No hay nuevos liderazgos que canalicen el sentir popular. Cinco presidentes en cinco años. La gente está desesperanzada con los aires de cambio» sostuvo Timaná.
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Origen de las protestas contra Dina Boluarte
Todos los especialistas coinciden en que la principal consigna de los protestantes es la renuncia de Dina Boluarte y el adelanto de elecciones. Tanto Sumari como Jose Lombardi, explican que a esto se le añaden pedidos más específicos según el gremio. «Si bien las consignas de la población siguen siendo las ya conocidas, en realidad la movilización también tiene sus propias banderas. En el caso de Construcción Civil es más obras» explicó Lombardi.
Sin embargo, para Carlos Timaná, en las propias bases sindicales existen diferencias. Esto hace que las bases no estén consolidadas para expresar sus pedidos y una acción colectiva con pedidos claros. Según lo que observó en Arequipa, no había un ‘texto único’ si no que había muchas reivindicaciones repartidas en los participantes.