Enfoque Ciudadano: Lo que debemos saber de la Educación Sexual Integral

Si bien los padres son los primeros responsables de educar sobre sexualidad en casa, esto no se da habiendo fracasado tal cumplimiento o bien dicha responsabilidad es escasa, más aún que no serían los únicos en asumir dicho rol, sino el Estado a través de los sectores como educación, salud, entre otros, y como parte de la política nacional y la formación integral de la persona.
Foto: Diario El Peruano

El pasado mes de agosto el Gobierno Regional de Arequipa promulgó en el diario oficial El Peruano la Ordenanza Regional N° 538-AREQUIPA, que establece la implementación de la Educación Sexual Integral en los Sectores Educación, Salud y en los espacios comunitarios en la región.

Dicha norma jurídica busca establecer la implementación, la promoción y fomento de la Educación Sexual Integral, en adelante ESI, en los Sectores Educación, Salud y en los espacios comunitarios de la Región Arequipa, realizando el acompañamiento y seguimiento a la implementación de la Educación Sexual Integral en las Instituciones Educativas de Educación Básica Regular por parte de la Gerencia Regional de Educación, a través de las Unidades de Gestión Educativa Local (UGEL), y por parte de la Gerencia Regional de Salud a través de las Redes de Salud, mediante la implementación de talleres sobre esta temática en los espacios comunitarios impulsados por la Gerencia Regional de Salud, así como la realización de campañas comunicacionales a nivel regional sobre Educación Sexual Integral, basado en su carácter formativo y promocional dirigida a las y los adolescentes y a los diferentes actores de la comunidad, logrando así aportar cambios al cuidado de su salud, al fortalecimiento de conocimientos, actitudes y habilidades que favorecen el pensamiento crítico, el desarrollo de habilidades, el autocuidado y cuidado del otro, el ejercicio de la ciudadanía y la convivencia democrática, entre otros.

La Ordenanza ha levantado mucha polvareda y oposición tanto por focalizadas autoridades y parte de la sociedad civil agrupadas en asociaciones de padres de tendencia religiosa o conservadora que se basan en mitos o interpretaciones erróneas sobre la ESI y el enfoque de género y, por tanto, señalar que quien tiene el rol principal de educar a los niños sobre este y otros temas son los padres y no terceros o el Estado, proponiéndose, por tanto, a la impugnación de dicha ordenanza o su declaratoria de inconstitucionalidad emprendiendo campañas de recolección de firmas.

Pero, ¿qué es la Educación Sexual Integral? ¿Es tan mala como dicen sus retractores? ¿Es parte o promueve la ideología de género?

Definiciones necesarias

Según el Ministerio de Educación (MINEDU) la ESI es un conjunto de enseñanzas y aprendizajes que promueve valores, conocimientos y actitudes para la toma de decisiones con relación al cuidado del cuerpo, las relaciones interpersonales y el ejercicio de la sexualidad. Tiene como finalidad principal que los estudiantes vivan su sexualidad de manera integral, saludable y responsable, de acuerdo con su madurez y etapa de desarrollo, y que establezcan relaciones interpersonales democráticas, equitativas y respetuosas. La ESI se trabaja transversalmente en los tres niveles educativos, con énfasis en las áreas curriculares de Personal Social (en inicial y primaria), Desarrollo Personal, Ciudadanía y Cívica (en secundaria) y Tutoría (en primaria y secundaria).

Desde mediados de la década de los noventa, el Estado peruano ha implementado intervenciones de educación sexual, como el Programa Nacional de Educación Sexual, creado en 1996. Sin embargo, es recién en el 2008 cuando se dieron los “Lineamientos Educativos y Orientaciones Pedagógicas para la Educación Sexual Integral”. Aquellos lineamientos se elaboraron en base a un diagnóstico, la revisión de las normativas y problemas de salud pública existentes.

Dos décadas después, aún persisten problemáticas sociales que afectan el bienestar y/o vulneran los derechos humanos, en general, y los derechos sexuales, en particular, de las y los estudiantes, donde cada problemática justifica por sí misma la necesidad de implementar la Educación Sexual Integral, como: la violencia sexual, la explotación sexual de niñas, niños y adolescentes (ESNNA), el bullying homofóbico, las uniones tempranas, el acoso cibernético, el acoso sexual y la violencia en los vínculos afectivos. Del mismo modo, la ESI contribuye a prevenir los problemas de salud pública, como embarazos adolescentes e infecciones de transmisión sexual, incluyendo el VIH/Sida. Cabe precisar que la mayoría de estas problemáticas afectan a las mujeres, especialmente a niñas y adolescentes, debido a las normas culturales que refuerzan las relaciones inequitativas y la violencia.

Ciudadanos conservadores en Arequipa empezaron a reunir firmas para derogar la Ordenanza 538.

¿Qué problemas debe resolver?

Es así que, el Instituto Nacional de Estadística e Informática señala que aún existen brechas de género en la educación que afectan sobre todo a las mujeres, especialmente a las niñas y adolescentes. Asimismo, el INEI, también registra que, del total de las adolescentes de 15 a 19 años, el 12,6 % ya estuvo alguna vez embarazada, encontrándose los mayores porcentajes de embarazo en las mujeres del área rural, de la región de la selva, con educación primaria, y las que se encuentran en el quintil inferior de riqueza.

Las cifras mostradas impactan negativamente en la trayectoria educativa, conllevando a la interrupción de los estudios. Es así que la ENDES 2014 evidencia que el 84,4 % de las adolescentes embarazadas ya no asisten a una escuela, colegio, instituto, superior o universidad, convirtiéndose el embarazo en la principal razón por la que dejó de estudiar (48,1 %), seguido por la falta de dinero (17,5 %).

En relación con la violencia escolar por orientación sexual e identidad de género, de acuerdo con los datos de la plataforma SíseVe del Ministerio de Educación, desde el 2013 hasta el 2020 se han registrado 623 casos. A la fecha dichas cifras se han duplicado.

En el Perú, más de 56 mil adolescentes peruanas viven en uniones y matrimonios tempranos. El 82 % de los matrimonios y las uniones tempranas y forzadas se da en adolescentes mujeres, proporción cuatro veces mayor que en adolescentes hombres (17 %). El 71 % de las niñas y adolescentes que tuvieron su primera unión o matrimonio entre 10 y 17 años abandonaron la escuela por causa del embarazo o el cuidado de sus hijos (UNFPA y Plan Internacional, 2019).

Las problemáticas descritas anteriormente requieren ser atendidas de manera conjunta por los distintos sectores del Estado y la sociedad civil. Desde el sector Educación, se reconoce que la ESI contribuye a prevenir aquellas situaciones que afectan el bienestar y vulneran los derechos humanos de las y los estudiantes.

Las cifras de embarazo adolescente siguen siendo alarmantes: el 12 % de jóvenes entre 15 y 19 años experimentó una gestación.

Un modelo indispensable

Otro argumento para fundamentar la implementación de la ESI es su carácter formativo y promocional que favorece el bienestar tanto de las y los estudiantes como de los diferentes actores de la comunidad educativa. El carácter formativo se refiere a que la ESI contribuye al fortalecimiento de las competencias señaladas en el Currículo Nacional de Educación Básica (CNEB), mientras que lo promocional hace referencia a que la ESI fomenta la participación de directivos, docentes, familias y otros miembros de la comunidad educativa brindando una serie de conocimientos, actitudes y habilidades que favorecen el pensamiento crítico, el desarrollo de habilidades, el autocuidado y cuidado del otro, el ejercicio de la ciudadanía y la convivencia democrática.

Si bien los padres son los primeros responsables de educar sobre sexualidad en casa, esto no se da, habiendo fracasado tal cumplimiento, o dicha responsabilidad es ínfima.

Recordemos que el Perú forma parte de la comunidad internacional y la Educación Sexual Integral se sustenta en los compromisos internacionales suscritos y ratificados por el Estado peruano. Asimismo, la ESI se basa en un amplio marco normativo peruano, como el Proyecto Educativo Nacional al 2036: el reto de la ciudadanía plena o la Política Nacional de Igualdad de Género, que protegen el derecho humano a recibir Educación Sexual Integral. Cabe precisar que, la Constitución Política de 1993, en sus artículos 13 y 6, establece que la educación tiene como finalidad el desarrollo integral de la persona humana, y que el Estado, en el marco de la maternidad y paternidad responsable, asegura programas de educación e información adecuados.

Entonces, comprendiendo que la ESI aporta tanto al fortalecimiento de competencias y contribuye a la prevención de problemáticas que pueden afectar la vivencia de la sexualidad, se establece, como lo refiere la Asamblea General de las Naciones Unidas (2010), que la educación sexual es parte del derecho a la educación y a la vez es un derecho humano en sí mismo, que presenta una condición habilitante para acceder a otros derechos, como el derecho a la salud, el derecho a una vida libre de violencia, el derecho al libre desarrollo de la personalidad, entre otros.

Finalmente, si bien el ente rector en materia de educación es el Ministerio de Educación por lo que es responsable de dirigir, formular, aprobar, administrar, articular, evaluar y supervisar la política nacional en materia de educación, infraestructura educativa, recreación y deporte en el ámbito nacional, ello debe hacerlo en coordinación con los Gobiernos Regionales y Locales, y atendiendo a la diversidad social, cultural, económica, ambiental y geográfica. Por ello, el MINEDU asume la responsabilidad de emitir o actualizar los “Lineamientos de Educación Sexual Integral para la Educación Básica” y el gobierno regional, como parte del Estado unitario y descentralizado, aplicarlo y adecuarlo a su realidad y contexto como así ha ocurrido con la Ordenanza Regional N° 538-AREQUIPA.

Sobre el autor:

Walter Andía es licenciado en Educación por la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa-UNSA. Egresado de la Facultad de Administración Segunda Especialidad en Gestión Publica Regional Municipal-UNSA. Con estudios concluidos en Maestría en Gestión Pública por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha logrado los Diplomados en Gestión Educativa y Gestión Pública por la Universidad de Educación Enrique Guzmán y Valle-La Cantuta. Ejerce la docencia en la IIEE L.V Beethoven-ASA. Es actualmente representante del SIMAG Arequipa.