Sin plan de patrullaje y con déficit policial: así funciona la comisaría de José Luis Bustamante y Rivero

La Contraloría advierte fallas operativas críticas en la comisaría de José Luis Bustamante, donde no se realiza patrullaje a pie y no existe un plan de patrullaje para 2025, en un distrito con elevados casos de delitos violentos.

La comisaría PNP de José Luis Bustamante y Rivero presenta deficiencias que afectan sus operaciones diarias en un distrito con elevados niveles de criminalidad. Un informe de la Contraloría reveló que la dependencia no cuenta con planificación actualizada, no ejecuta servicios básicos de vigilancia y enfrenta limitaciones en cuanto a personal, espacio y equipamiento. Todo esto ocurre mientras el distrito registra 172 denuncias por robo, ubicándose como el cuarto con más casos en Arequipa, y 31 denuncias por extorsión, que lo posicionan en el quinto lugar según el Observatorio Nacional de Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior.

Deficiencias en la planificación y servicios de vigilancia

La Contraloría constató que la comisaría no formuló el Plan de Patrullaje por Sector para el año 2025. Este documento debía definir la distribución de zonas, los tiempos de vigilancia, la asignación de personal y la articulación con los planes de la Región Policial y del comité distrital de seguridad ciudadana. Su ausencia deja sin una guía operativa las acciones de patrullaje del próximo año.

Así mismo se identificó que no se realiza el patrullaje a pie en la comisaría, según admite el propio comisario en la encuesta aplicada por la Contraloría. Este servicio, que debe ejecutarse de manera permanente y constituye una de las formas más efectivas de vigilancia directa en la vía pública, no se lleva a cabo en la jurisdicción. Su ausencia reduce la presencia policial en zonas comerciales y residenciales y limita la capacidad preventiva en los puntos de mayor circulación del distrito.

La tercera situación adversa identifica que la comisaría no ha difundido públicamente el Mapa del Delito. Aunque existe una versión física dentro del establecimiento, no está disponible para la población. Este documento permite a los vecinos conocer las zonas y horarios más riesgosos, por lo que su falta de difusión impide que la comunidad adopte medidas preventivas basadas en información oficial.

Limitaciones en infraestructura, personal y equipamiento

El local policial tampoco cumple con las condiciones exigidas para su categoría. La comisaría está clasificada como Tipo A, pero solo cuenta con 500 metros cuadrados, cuando la normativa establece un mínimo de 1000. Esta limitación de espacio afecta el funcionamiento interno y la capacidad para organizar adecuadamente las áreas de atención y de trabajo operativo.

La dotación de personal también es inferior a la requerida. Debería contar con al menos 120 efectivos, pero actualmente tiene 86. Este déficit impacta en la atención de denuncias, la ejecución de patrullajes y la cobertura de turnos, especialmente en un distrito con alta demanda de servicios policiales.

En cuanto al equipamiento, la visita de control verificó que la comisaría dispone de doce computadoras operativas para sus 86 efectivos. La cantidad resulta insuficiente para los procedimientos administrativos y el registro de denuncias, lo que puede generar demoras en la atención al ciudadano. Además, los chalecos antibalas asignados presentan fecha de fabricación del año 2015, superando el periodo de garantía estimado en siete años. Su antigüedad compromete la protección balística del personal durante intervenciones.

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